martes, 15 de marzo de 2011

TANATOS


LA MUERTE, REALIDAD QUE CUESTIONA AL SER HUMANO
El ser humano es un conjunto de posibilidades; que se desarrollan en cada individuo, en la medida que sus capacidades intelectivas van respondiendo a las exigencias del entorno en que se encuentra. Se vive y se alcanza a descubrir grandes cosas: se disfruta lo que hace, se goza del nuevo hoy y se entristece con el nunca volver. Es pues, allí donde entra a interrogar el gran momento, el  hecho conocido como “la muerte”.
Ahora bien, para hablar de la muerte es necesario mirar su etimología: viene del latín mors-mortis, que quiere decir cesación de la vida, y cuyo significado antropológico es: fenómeno biológico natural, que implica el fin irreversible de las funciones vitales.
Pero para enfrentar este fenómeno es necesario preguntarnos:
·         ¿La muerte será sólo y simplemente apego a lo material?
·         ¿a la fama?
·         ¿a lo terreno?
·         ¿a la familia?
·         ¿al estudio?
·         ¿a lo que me gusta?, etc.
Estos y muchos otros interrogantes son los que se nos presentan al hablar de la muerte, que tal vez, no sea más que, el momento de la liberación de una individualidad estrecha y uniforme que, lejos de constituir la substancia íntima de nuestro ser, ésta representa más bien una especie de apego a todas aquellas cosas o elementos que no dejan ser libres al hombre.
Es mas, aunque el fin de las funciones vitales, es un acontecimiento que afecta necesariamente a todo ser vivo, la noción de  muerte es específicamente humana, en cuanto que sólo el hombre tiene plena conciencia de ella, pero muchos se niegan a aceptarla, porque aparece como negación de la vida, de la libertad, del señorío de sí; simplemente porque engendra angustia y temor. Esto está en la base de la angustia existencial, que se acentúa al considerar que la muerte no sólo es un hecho, sino un proceso: puesto que, desde que nacemos estamos condenados a tener por fin la muerte. En este sentido, decía Heidegger: “el hombre es un ser para la muerte”, ya que consideraba la muerte como el fundamento constitutivo de la existencia.
Sobre la muerte se pueden decir muchas cosas, pero quizás, todas ellas, poco originales, pues este tema ha acompañado la reflexión del hombre desde los inicios de su pensamiento mismo, a pesar de ello queda un interrogante vivo ¿es la muerte nuestro fin, estamos condenados a ella, nos concierne? No lo sé, simplemente te invito a reflexionar: «Cuando la muerte es, nosotros no somos: cuando nosotros somos, la muerte ya no es» Epicuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario